La hidratación es uno de los principales factores que ayudan a evitar el envejecimiento prematuro de la piel. Una buena hidratación proporciona elasticidad, suavidad y firmeza a la piel.
Nuestra piel, al igual que el resto de nuestro cuerpo, está constituida principalmente por agua. Una mala alimentación, las agresiones externas, no beber la suficiente agua,… se refleja en nuestra piel.
A menudo le dedicamos más cuidado a la piel y la hidratamos más durante el verano, cuando la tenemos más expuesta, y esto es un error, la constancia es fundamental para mantener una piel bonita y cuidada, por mucho que la mimemos en verano, si no lo hemos hecho durante el invierno no conseguiremos una piel radiante.
Consejos para una hidratación corporal efectiva y una piel perfecta
- Practica ejercicio físico moderado a diario, favorece el estado general de la piel, gana elasticidad y, mediante el sudor, se expulsan toxinas. El ejercicio aeróbico diario también ayuda a prevenir y eliminar la celulitis.
- Termina la ducha con agua fría, solo durante unos segundos. Favorecerás el drenaje y la microcirculación sanguínea.
- Utiliza geles y jabones adecuados a tu tipo de piel, que respeten el PH natural.
- Exfolia tu piel.
- Tras la ducha, sécate con cuidado, sin frotar.
- Aplica una crema o loción hidratante a diario dando suaves masajes circulares hasta su total absorción. Utiliza un hidratante que se adapte a tu tipo de piel.
- Si te vas a exponer al sol, aplica una crema solar, y after sun o cremas calmantes después de la exposición.
- Tras exponer la piel a algún tipo de agresión necesitará cuidados especiales. Existen productos específicos, por ejemplo para después de la depilación, y cremas especiales para cremas irritadas.
Si cuidas tu piel a diario notarás en poco tiempo como mejora su apariencia, lucirá más elástica y joven.