Los aceites son uno de los remedios más utilizados por la humanidad para el cuidado personal, curación del cuerpo y del alma. La aromaterapia utiliza los aceites volátiles de las plantas que intervienen en la fotosíntesis vegetal. De acuerdo con las investigaciones que se han realizado químicamente, las esencias de las plantas tienen características similares con el sistema hormonal de los animales y del ser humano.
Cada planta tiene una composición diferente, por lo tanto su aceite esencial se diferencia en propiedades y características con referencia a otro de distinta planta. Por ejemplo, la manzanilla es anti inflamatoria, su aceite esencial también, y lo podemos utilizar contra procesos inflamatorios de diferentes órganos de nuestro cuerpo. Lo podemos utilizar en una inflamación intestinal o en una de la piel.
Los aceites esenciales se pueden combinar entre sí, crean una sinergia para dar al tratamiento mas potencia y amplitud contra los diferentes síntomas de una misma enfermedad o problema. Ponemos como ejemplo la piel escamosa y enrojecida de un eccema, utilizaremos un aceite que nos alivie el picor y la inflamación y en la misma fórmula uno que luche contra los virus al igual que otro que reestructure y regenere la piel.
Las esteticistas podemos trabajar con aromaterapia desde varias perspectivas, una manera de crear ambiente es con humidificadores e inciensos. Otra buena forma sería añadiendo el aceite esencial en la crema o aceite que estamos utilizando.
En un masaje relajante podemos poner el mismo aceite esencial para ambientar la sala y añadiéndolo en el aceite que utilizamos para realizar el masaje a nuestro cliente. El aceite utilizado lo percibe a través del olor y por los poros de la piel haciendo que el tratamiento sea muchísimo más efectivo y terapéutico.
Todos los aceites esenciales no se aplican directamente sobre la piel, necesitan un aceite o crema portadora. Hay que preguntar siempre si se tiene alguna alergia ya que podría ser alérgico a alguna planta y al aceite que se extrae de la misma. Si no se tienen las cosas claras, es mejor no utilizarlo.