Aunque nos cueste creerlo la depilación ya empezó a hacerse en la prehistoria, en las cuevas en las que vivían, se han encontrado numerosos útiles que utilizaban los hombre de la época para quitarse el vello de la cara.
En Grecia el llevar el cuerpo depilado es un ideal de belleza, de juventud. Solamente las personas que pertenecían a la clase social alta, se depilaban completamente, incluso el vello púbico. Utilizaban piedra pómez, velas, resina, ceras hechas de sangre de animal…
La primera crema de depilación se hacía de sangre de animales, como gusanos, tortugas… y la cera la hacían con azúcar, agua limón aceite y miel. Utilizaban navajas de silex, cobre y hierro.
Las romanas comenzaban a depilarse desde que el vello púbico empezaba a aparecer, incluso en los baños públicos existía una zona específica para ello.
En la Edad Media las mujeres siguieron depilándose, utilizaban navajas, pinzas.
Pero no fue hasta el siglo XVIII cuando se inventó la primera afeitadora por el Barbero Jean Jacques Perret.
En la historia contemporánea lo primero que se empezaron a depilar las mujeres, fueron las axilas ya que empezaron a utilizar vestidos sin mangas. No fue hasta mitad de la década de los años 20 cuando se añadieron las piernas, gracias a que se comenzaron a llevar faldas cada vez más cortas.
Hoy en día la depilación se ha convertido en una rutina, en una norma para la sociedad.