En verano tomar el sol hace que mejoremos la estética, ir a la playa o la piscina es ideal, pero hay quien opta por otra forma de broncearse, los rayos UVA.
Esta claro que el sol nos aporta multitud de beneficios, eso sí, tomándolo con mucha precaución. En las cabinas de rayos UVA, se emite el mismo espectro de luz que el sol y per tiene la ventaja que se dosifica en cantidades adecuadas para la salud.
Hay que tener cuidado al tomar el sol de ambas maneras; aquellas personas que que toman el sol en la playa o solarium, y se exponen también a rayos UVA incrementan los riesgos.
Debemos investigar el tipo de piel que tenemos; es muy importante saber que foto-tipo cutáneo tenemos, no es lo mismo tener el pelo y los ojos oscuros que la piel clara y los ojos azules, estos segundos tienden quemarse más y deben tener más cuidado todavía que los demás.
No acostumbrarse a la cabina; se ha demostrado que las personas que habitualmente son usuarios de cabinas de bronceado, tienen un mayor riesgo a la hora de desarrollar enfermedades relacionadas con la piel.
Hay zonas de nuestro cuerpo que son más sensibles a la exposición de los rayos, el área genital y la cara por ejemplo. Por eso debemos tener especial cuidado con ellas y protegerlas lo máximo posible.
Aporta beneficios; la radiación ultravioleta se utiliza en dermatología para tratamiento de diferentes afecciones cutáneas, como la psoriasis, la dermatitis…
La piel debe estar lo más limpia posible; el día que se tenga previsto ir a tomar rayos, no se deben usar ni colonias ni cremas, ya que se puede llegar a desarrollar foto-sensibilidad y que salgan manchas.
Recordad que siempre hay que tomar el sol con las precauciones adecuadas, si te ha gustado el post, te recomendamos leer el de «Un bronceado sin peligros» 😉