Cuando tenemos una piernas doloridas, con acumulo de líquidos, que nos hacen mal, o tenemos un trabajo en el que pasamos muchas horas de pie que hace que nuestras piernas lo noten. Es ideal que le demos un capricho saludable a estas.
Son los productos de Ana Mandara, una buena alternativa cosmética para tratar este tipo de patología, tanto estética como médica, cuando esta última no es grave, si no simplemente molesta y queremos aliviar no tratar.
En primer lugar, limpiaremos bien las piernas con un gel o leche limpiadora, a continuación tonificaremos con el tónico descongestivo, realizando un masaje hasta que el tónico se haya secado.
Con el exfoliante corporal, realizaremos una exfoliación profunda, trabajando el producto muy bien con las manos y realizando maniobras enérgicas pero no dolorosas, desde el pie hasta los glúteos, si podemos llegar a la cintura mejor.
Retiraremos el exfoliante con agua tibia, y a continuación agua fría, si se puede cubitos de hielo. Realizamos un masaje linfático.
En un bol, mezclamos aceite de almendras dulces, unos 100 ml, con 15 gotas de aceite de romero, 15 gotas de aceite de aceite de pomelo. Hacemos un masaje relajante para las piernas, desde el pie hasta la cintura, movimientos lentos y suaves con muy poca presión.
Aplicaremos una mascarilla, encima del aceite, la mascarilla con azuleno, del rostro va muy bien, y si no una arcilla verde, dejamos secar y después retiramos con agua fría.
Como hemos hecho bastante aceite, antes volvemos a aplicar con masaje en la piernas, dejando las nutridas, hidratadas y frescas, sobre todo descansadas.
Se ha mejorado la circulación sanguínea, con ello hemos llevado más oxigeno a las células, los líquidos que retienen, se eliminan mejor dejando unas sensación de ligereza y frescor que se agradece mucho. Y encima al eliminar líquidos seguramente el volumen también ha disminuido.
