Siempre que hablamos de centros de belleza de gabinetes etc. lo asociamos a la mujer, como consumidora y como usuaria. Al hombre lo colocamos en las barberías o en las peluquerías, pero el hombre ahora, por suerte, también se cuida, cada vez más y mejor. Por lo tanto, tenemos que dar servicio a ese hombre que quiere cuidar su cuerpo, sus manos, sus pies, que se depila, se hace tratamientos faciales y corporales o simplemente quiere un masaje para relajarse.
En nuestro centro de belleza, tenemos todo lo que un hombre que se quiera cuidar busca, una buena depilación, un buen tratamiento corporal para bajar centímetros de la barriga o la cintura que es donde a los chicos se les acumulan las grasas, una pedicura o manicura…
Solo un apunte, la piel del hombre es un poco diferente a la de la mujer en un par de cosas, es más gruesa, (un 25% más) por lo tanto es menos frágil hay que trabajarla más a nivel manual, tiene más andrógenos que nosotras, por lo tanto su piel es más grasa que la femenina. Al ser más grasa se arruga más lentamente, pero cuando las arrugas aparecen se ven muchísimo más y son más profundas por el motivo que ya hemos dicho de que es más gruesa. La piel en su conjunto es igual, tiene epidermis, dermis e hipodermis y sus funciones son las mismas en el hombre como en la mujer, solo hay que tener en cuenta esas pequeñas diferencias para adaptar el tratamiento a uno como a otro.
Las barberías tienden a la extinción, por lo tanto, nosotras como profesionales de la belleza tenemos que ser capaces de dar servicio a este tipo de clientela que se queda fuera y que no tiene un lugar donde sus necesidades a nivel estético sean cubiertas. Tenemos una clientela en auge en el mundo masculino, una clientela exigente que quiere cuidar su estética y que necesita profesionales que le den servicio a sus necesidades. Nosotras, como buenas esteticistas que somos estamos capacitadas para realizar esa función.
Ánimo, y empezar a cuidar a los hombres tan bien como lo hacemos con las mujeres, que la belleza y el cuidado estético no entiende de diferencias entre sexos.