Una vez dentro de la primavera llega el calor y con él, sacamos a relucir zonas de nuestro cuerpo que han permanecido tapadas y descuidadas durante el invierno. Es hora de mostrar nuestra piel y para ello necesitamos prepararla.
Durante esta estación del año es importante tener en cuenta que hay factores externos que pueden afectar a nuestra dermis, independientemente de las características que tenga ésta. Y uno de ellos (por no decir el más importante) es el tiempo, el ambiente y los cambios que se producen en él.
Como ya sabemos, la piel sufre los efectos del frío y reacciona tanto a las bajas temperaturas del exterior como a los cambios bruscos de temperatura que pueden producirse en interiores, provocando una pérdida de luminosidad, poros más abiertos y una piel mucho más seca o fracturada.
Para reparar todos estos daños que se han podido producir durante el invierno y tener nuestro sistema cutáneo listo para el sol de la primavera es vital tener bien claro estos pasos básicos:
1. Exfoliar
2. Hidratar
3. Proteger
Como reparar los daños causados por el frío en la piel
1. Exfoliar la piel
Como ya hemos comentado anteriormente en este blog, la exfoliación es una práctica muy importante ya que no solo hace que nuestra piel se vea más bonita y suave sino que, además, elimina las células muertas acumuladas en este caso durante el invierno. Dichas células muertas dificultan la absorción de los tratamientos hidratantes que estemos usando así que necesitamos quitárnoslas de encima cuanto antes.
Es cierto que existen dos tipos de exfoliaciones, la mecánica y la química, pero nosotros recomendamos la mecánica ya que es mucho más fácil de usar en casa así como más económica. En contra parte, la exfoliación química la recomendamos solo para casos puntuales o realizada por profesionales ya que es más delicada.
Para realizar la exfoliación mecánica correctamente pincha aquí y sigue los pasos que te indicamos.
2. Hidratar la piel
Como ya sabemos, mantener la piel hidratada durante todo el año es muy importante pero en esta época del año debemos observar nuestra propia piel y las necesidades que tiene (falta de hidratación, aparición de manchas, brillo apagado) para poder aplicar una crema que se adapte a las necesidades del estado de nuestra piel.
Además de la hidratación exterior de la piel no debemos olvidarnos de beber una suficiente cantidad de agua al día, lo cual refuerza la hidratación de nuestra piel de una forma más interna, así como mantener una dieta rica en frutas y verduras. Dichos alimentos nos aportan tanto agua como una serie de vitaminas que ayudarán a que tengamos nuestra piel en forma.
3. Proteger la piel
Aunque la radiación solar está presente a lo largo de todo el año, con la llegada del buen tiempo nuestra dermis puede acusar más los efectos del sol, por lo que se recomienda aplicar a diario un filtro solar tanto en la cara como en las manos, además del resto de partes del cuerpo que puedan quedar expuestas.
Deberemos extremar el cuidado en las actividades al aire libre como, por ejemplo, el esquí o las visitas al mar y los paseos por la montaña.
Para ayudarnos contra el sol recomendamos usar protectores solares (preferiblemente que también nos proteja de los rayos UV) de protección 50 como medida estándar, el cual deberemos aplicarnos a diario y, si es posible, cada 5-6 horas.
Estos han sido nuestros consejos básicos y esenciales para tener la piel preparada para la primavera ¿y tú, qué otras rutinas recomiendas para preparar la piel ante la primavera? Déjanos un comentario.