El invierno es el peor enemigo de la piel de las manos. Las bajas temperaturas, el viento, la calefacción,… las deterioran, las resecan y las irritan. La mejor forma de mantener la piel aislada de las agresiones externas es mantenerla tapada con ropa, pero tratándose de las manos, no siempre es posible.
Principales problemas de la piel de las manos en invierno
Irritación
Las bajas temperaturas provocan que se altere la película protectora de la piel, por lo que es común que las manos se irriten y enrojezcan. Los cambios bruscos de temperatura también provocan esto, estar en un lugar con calefacción alta y salir a la calle o acerca muchos las manos a un radiador, hace que la piel de las manos se debilite, se reseque y se irrite.
Falta de hidratación
El frío, el viento, la humedad,… hacen que las manos se sequen fácilmente. El uso de las manos es constante, son nuestra herramienta, y están en continua exposición a condiciones que las deterioran y resecan. En invierno es fácil tener las manos ásperas e incluso con grietas.
Sabañones
Los sabañones salen en las zonas más expuestas al frío (dedos de las manos y de los pies, nariz, orejas). La zona afectada se hincha y enrojece debido a que los vasos sanguíneos se inflaman cuando son expuestos a mucho calor después de haber estado expuestos a bajas temperaturas. Los sabañones son bastante molestos y dolorosos.
Cómo cuidar las manos en invierno
Guantes
El uso de guantes hace que las manos se mantengan protegidas y en perfecto estado. En el mercado podemos encontrar diversos tipos de guantes para cada ocasión, guantes para trabajar, guantes para vestir, para realizar las tareas del hogar, para esquiar,…
Hidratación
Como apuntábamos antes, el frío, el viento y la humedad provocan que las manos se sequen e incluso que se agrieten, y estas grietas son bastante dolorosas. Es recomendable usar varias veces al día una crema hidratante específica para manos para combatir la sequedad, mantener las manos suaves y bonitas.
Exfoliación
Exfoliar la piel de las manos una vez por semana con un exfoliante suave ayudará a que las cremas y tratamientos que apliquemos penetren mejor.
Agua templada y jabón neutro
En invierno es muy importante lavar a menudo las manos para prevenir resfriados, ya que las manos son una foco de virus y bacterias importante. En invierno debemos lavar las manos con agua templada y secarlas muy bien para evitar que queden restos de humedad. Es recomendable utilizar un jabón neutro que suavice la piel y evitar jabones con detergente o alcalinos.
Para contrarrestar las bajas temperaturas tendemos a lavarnos las manos con agua caliente, pero esto es un error, el agua caliente debilita la capa protectora de la piel y la deshidrata.
Uñas
En invierno las uñas se quiebran más fácilmente. Con un tratamiento fortalecedor de uñas conseguiremos repararlas y embellecerlas favoreciendo su brillo y color.
Si aparecen pieles alrededor de las uñas debemos cortarlas con unas tijeras de manicura e hidratar la zona a conciencia. Si las mordemos o estiramos de ellas provocaremos una herida que, debido a la sequedad de las manos, será difícil de curar.